TENÉIS LA VOCACIÓN DE COMUNICAR DE FORMA LIMPIA, DE FORMA EVANGÉLICA

El pasado sábado 18 de junio, todos los paulinos asistentes al XI capítulo general, fueron recibidos en audiencia especial por el Papa Francisco, encuentro que califican como reconfortante, luego de las jornadas intensas por las que estuvo marcado el capítulo.

Sorpresa aun más grande fue cuando el Papa entregó el discurso escrito al superior general de los paulinos con el que iba a saludar a los presentes e improvisó sus palabras, iniciando su alocución bromeando con que, si el general “lo cree conveniente; (daría a conocer el mensaje) si no, ¡que haga censura!”.

La afirmación del Papa “vosotros sois apóstoles de la comunicación” ha marcado el discurso hecho por el santo padre en el que nos ha recordado que ser comunicadores es más que una profesión, es una vocación y, a la vez, aquello que ya pensaba desde un inicio nuestro fundador, el padre Santiago Alberione, que se puede hablar y hacer teología desde la comunicación.

El Santo Padre ha enfatizado la importancia de una comunicación de “forma limpia, de forma evangélica” en medio de toda la desinformación que podemos encontrar hoy: “falta limpieza, falta honestidad, falta exhaustividad” aseguró el Papa.

El Papa insistió en la necesidad de “redimir la comunicación del estado en que se encuentra hoy”, destacando que nuestra “vocación es que se haga comunicación limpia, clara, sencilla” e invitándonos a no descuidar esa dimensión del paulino comunicador: “procurad que vuestra vida sea precisamente la comunicación de vuestra vocación, que ninguno de vosotros tenga que ocultar su propia identidad vocacional”, insistió el Pontífice.

Las palabras del Papa, referidas en un tono jovial, no tanto informal, sino, haciendo propio el discurso, comunicándose de forma clara, precisa y sencilla, con ejemplos literarios que nos acercan más el mensaje que quería hacer llegar. Así por el ejemplo, hubo un momento en el que citó el famoso cuento de la Caperucita Roja diciendo: “es como Caperucita Roja, que empieza con el lobo que quiere comerse a Caperucita Roja y termina con Caperucita Roja y la abuela que se comen al lobo. ¡No, eso no está bien! La mala comunicación distorsiona la realidad”.

Por último, nos agradeció por la vocación regalada a la Iglesia, además de animarnos para continuar en el camino en unidad y servicio.

Puedes leer aquí el texto completo: https://www.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2022/june/documents/20220618-societa-sanpaolo.html

*Fotografías de Vatican Media