VIDA CONSAGRADA

Vida consagrada

Por Antonio Maroño, ssp

La vida consagrada es una forma estable de vida que, por la profesión de los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia, siguiendo más de cerca a Cristo bajo la acción del Espíritu, se dedican totalmente a Dios como a su amor supremo. Y así, entregados a la edificación de la Iglesia y a la salvación del mundo, buscan la perfección de la caridad y se convierten en signo que preanuncia la vida celestial.

            En este especial estado de vida hay una gran variedad de carismas, familias religiosas y tradiciones que van surgiendo a lo largo de la historia, prácticamente desde los primeros siglos de la Iglesia. Sin pretender ser exhaustivos, ahí está el Orden de las Vírgenes consagradas (la forma de vida consagrada más antigua), la vida eremítica, las Órdenes monacales, las Órdenes mendicantes, las Órdenes religiosas, las Congregaciones religiosas, los Institutos seculares y las Nuevas formas de vida consagrada (estas, surgidas después del Concilio Vaticano II).

            El beato Santiago Alberione (1884 – 1971), Fundador de la Familia Paulina, ha dado origen a cinco Congregaciones religiosas: Sociedad de San Pablo, Hijas de San Pablo, Pías Discípulas del Divino Maestro, Hnas. de Jesús Buen Pastor y Hnas. Apostolinas; y a cuatro Institutos seculares: Jesús Sacerdote, San Gabriel Arcángel, Virgen de la Anunciación y Santa Familia. Todas estas Instituciones son independientes entre sí, tienen gobierno y administración propias, pero una misma espiritualidad y finalidades apostólicas convergentes.

El P. Alberione es un profundo admirador de la vida consagrada y en su abundante obra literaria tiene numerosas páginas dedicadas a esta modalidad de vida. He aquí solo un ejemplo: “Terminará una u otra Institución, un Orden u otro, un Instituto u otro, por falta de miembros o por falta de espíritu religioso, pero no perecerá, no vendrá a menos el estado religioso, porque pertenece a la integridad de la Iglesia y es la nota externa, uno de los caracteres principales de su santidad” (Prédicas).

Carta de la Congregación para los institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólicas

Vida consagrada
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