AÑO BÍBLICO SAN PABLO

Año Bíblico San Pablo

Hoy, 26 de noviembre, celebramos la memoria litúrgica de nuestro fundador, el beato Santiago Alberione. Este año, esta fecha importante para los paulinos, está marcada por un acontecimiento muy especial: la apertura del Año de la Palabra de Dios de la Familia Paulina, bajo el lema, «Para que la Palabra del Señor siga avanzando» (2Ts 3,1)

El objetivo común del Año bíblico es: “En camino con la Iglesia, renovarnos mediante la familiaridad, el estudio y la lectura orante de las Sagradas Escrituras, para vivir de la Palabra, de modo que ésta alcance a todos, especialmente las periferias existenciales y del pensamiento”, destaca en el mensaje para la convocación del año bíblico. 

En el mismo comunicado, enviado en enero de este año, en el marco del primer “día de la Palabra” instituido por el Papa Francisco, los superiores generales señalan que: “También a él (don Alberione) se le puede definir Hombre de la Palabra de Dios: oyente y apóstol incansable y profético. Y esta renovada centralidad de la Palabra de Dios, encarnada en Jesús Maestro Camino, Verdad y Vida, y Buen Pastor, nos preparará a recordar, en 2021, el 50º aniversario de su muerte, fecha en la que también se concluirá dicha eventualidad.”

EL LOGO

El logo se inspira en dos imágenes bíblicas: el sembrador (Lc 8,4-15) y el corredor (1Cor 9,24). Ambas referencias bíblicas indican una acción que ha de hacerse con sentido de responsabilidad y urgencia. El sembrador debe sembrar de modo que en el tiempo oportuno pueda esperarse una cosecha abundante. El corredor, después de haberse preparado suficientemente, tiene que ganar la carrera. La combinación de estas dos referencias nos lleva al tema del Año Bíblico de Familia Paulina: “para que la palabra del Señor siga avanzando” (2Tes 3,1).

El logo, con el fin de no distraer al observador, está formado de rasgos y colores simples. El sembrador, diseñado en posición de marcha y lanzado adelante, arroja con su mano 10 semillas, que simbolizan las 10 ramas de la Familia Paulina. Las diversas dimensiones y direcciones de las semillas indican sus diversas capacidades y las diversas esferas sociales en las que están llamadas a enraizarse. El rojo, como se sabe, es el color universal del celo y de la pasión. Es el color de la sangre que nos empuja a fijar nuestra mirada en un objetivo a alcanzar, en este caso la difusión de la Palabra del Señor a lo largo y ancho del mundo.

Oración Año Bíblico